Señor Presidente:
A nombre de mi partido el Partido por la
Democracia, del Partido Democrata Cristiano, quien me ha solicitado los
represente en este discurso, quiero decir que es para mí es un
verdadero honor presentar el siguiente homenaje. El hombre, el artista,
el ciudadano a quien hoy rendiremos tributo se ha entregado en cuerpo y
alma a su vocación artística, ya sea como actor o músico.
Se trata de Jorge Yáñez Reyes, este gran
folclorista que hoy tenemos aquí presente. Nació en el año 1937, en una
familia de 6 hijos, siendo él el penúltimo que tuvieron Atiliano Yáñez y
Claudina Reyes. Su padre, un joven obrero originario de Cauquenes y su
madre había llegado a Santiago muy joven, desde Coelemu. Su infancia la
vivió en el “barrio tranviario” porque allí llegaban los tranvías de la
capital, entre Cumming, Libertad, San Pablo y Mapocho.
Cuando aún era pequeño comenzó su vida
laboral, debió trabajar para ayudar al sustento familiar. Entre los
múltiples oficios que desempeñó está el de cargador en la Vega Central,
peoneta en un carretón, ayudante de carpintero y obrero en una fábrica
de alimentos para aves. Pero esto jamás le quitó sueños de niño. Sueños
fomentados por el cine y las series que acompañaban las películas del
cine del barrio.
En 1956 hizo el Servicio Militar y allí
vivió largas veladas artísticas donde los conscriptos podían cantar,
recitar, contar chistes. Una vez que culmina este proceso, Jorge decide
trabajar de día y estudiar de noche. Se casó y tuvo dos hijos. Fue en
esa época que trabajó como obrero, lo que lo llevó a ser parte del coro
obrero.
A fuerza de perseverancia, coraje y el
característico empuje consigue estudiar arte dramático en la Escuela de
Teatro de la Universidad Católica. Luego de esto vienen las teleseries y
la entrada categórica a la escena musical nacional.
Esto es sólo un repaso rápido de su
trayectoria, pues creo firmemente que ninguna reseña logrará graficar el
verdadero aporte de este gran artista.
El homenaje que hoy realizamos en esta honorable Cámara tiene varios aspectos dignos de destacar.
Primero, se trata de una figura
artística cuyo legado aún no podemos valorar en su magnitud, pues la
entrega de Jorge Yáñez al teatro y a la música popular ha tenido como
consecuencia grandes creaciones e interpretaciones.
Segundo, es indispensable que nuestro
país se acostumbre a rendir homenajes a sus consagrados en vida. Jorge
cumple este 2012 cincuenta años de carrera y qué mejor señal que sea el
parlamento chileno quien reconozca el inmenso aporte de su arte a la
cultura nacional.
Tercero, la importancia del folclor. No
debemos olvidar que todo pueblo, todo país se construye a partir de sus
tradiciones y costumbres, y en la medida que seamos capaces de asumirla
como tales y fomentar su estudio y difusión en las generaciones menores,
podremos ir desarrollándonos en sintonía con nuestra historia, con lo
que somos.
En este sentido, el trabajo realizado
por Jorge en este medio siglo precisamente apunta a ello, a reconocer en
el folclor nacional la esencia misma de ser chileno, de pertenecer y
habitar este país y realizar una labor de difusión incansable.
Fue más o menos el año 1968 que Jorge se
acercó al folklore. En esa época, eran famosas las peñas y allí conoce
el canto y la poesía popular, aprende algunos poemas y los recita en
esos locales.
Chile ríe y canta de René Largo Farías,
la Peña de los Parra, la Peña Chilena, las Tertulias de Raúl Gardy eran
los puntos de reunión de los artistas populares de esa época: el Indio
Pavez, Rolando Alarcón, Patricio Manns, Víctor Jara, el Piojo Salinas,
los Quelentaro.
En esa misma época se funda y nace el
grupo Jorge Yáñez y los Moros integrados por Eugenio Moglia, Patricio
Liberona y Armando Zúñiga.
El año 1974 se produce uno de los
grandes hitos de su carrera: nace el Gorro de Lana, canción insigne de
su carrea y que lo catapulta para siempre en las páginas de la historia
de nuestro país. Este tema actualmente es un himno de la cultura chilota
¿Quién no conoce o no ha cantado este tema alguna vez? Se trata de una
canción símbolo de nuestra tradición.
Y por eso es conocido Jorge Yáñez, por
dedicarle una vida a la música popular de raíz folclórica. Su principal
preocupación sigue siendo el movimiento cultural que rescata lo esencial
de nosotros mismos, y que afirma es mucho más que sólo la cueca.
En cinco décadas de carrera se ha
dedicado a la poesía, la paya y la canción, primero como integrante del
cuarteto de poesía y folclor chileno Los Moros, y desde 1976 como
solista. Además, fue parte del célebre elenco de payadores formado
junto a Santos Rubio, Pedro Yáñez y Benedicto Piojo Salinas.
Yáñez ha grabado 25 discos, ha escrito 2 libros de poesía y participado en varias teleseries.
En una entrevista en un diario nacional hace unos años señaló que “es
un esfuerzo por poner la cultura al alcance de todos y que perdure.
Esto es una lucha a muerte por la cultura. La gente común, el pueblo, la
defiende instintivamente a través de las tradiciones, y los cantores lo
hacemos a través de nuestros discos y conciertos”.
Estas palabras dan cuenta de la hermosa
labor de rescate y fomento de la cultura popular que ha llevado a cabo, y
que lo hacen merecedor de este homenaje de la Cámara de Diputados.
Porque es necesario que festejamos a nuestros artistas, de manera de
contribuir a su trabajo y retribuirle en algo el inmenso aporte que ha
significado para nuestro país.
Pero así como en el folclor, su trabajo
en el teatro y la televisión también nos han dejado grandes aportes.
Desde sus inicios como actor, su vínculo con el arte popular comenzó a
desarrollarse hasta transformarse en un importante gestor cultural.
Corría el año 1962, año del Mundial de
Futbol en Chile. Nace ese año el canal 13 de televisión donde Jorge es
contratado para hacer figuraciones en los diferentes programas en vivo
que tenía el canal, además de llevar los cables de las cámaras,
utilería. Conoce allí personas que como él serían los grandes nombres
del teatro chileno y de las teleseries.
Memorables son sus papeles, donde tuve
la suerte de conocerlo y compartir con él. Muchos actores de mi
generación pueden corroborar lo que digo y es que trabajar juntos fue un
verdadero agrado.
Personalmente me toco compartir roles
junto a Jorge Yañez en telenovelas como "La Trampa" donde el ofició como
mi padre y vaya que me enseño en escena, por que esa es una de sus
características, el entregar sobre el escenario toda su sabiduría sin
ningún tipo de egoísmo.
Telenovelas como "JJ Juez" donde trabajó
junto a la ahora Diputada, y en ese tiempo novel actriz, Ximena Vidal,
acá presente, marcaron una época en la television de nuestro país.
"El Teleteatro del cuento Calaf", "El
Litre 4711", las telenovelas del Canal 13 de la época de los 60
dirigidas por el mítico director Herval Rosano, son algunos de sus
trabajos donde será recordado.
La imagen que tenemos los que hemos
trabajado con Jorge Yañez es de un hombre consecuente, perfeccionista en
su trabajo y dedicado al arte como el mejor. Su vida es el arte y su
vida esta entregada al arte
Y tal como manifiesta su biógrafo, Jorge
Alvarado: “teleseries, obras de teatro, películas, cientos de canciones
en decenas de discos jalonan la vida artística de Jorge Yáñez, además
de sus presentaciones en todos los escenarios del país y en una veintena
de países extranjeros. Pero además del aspecto artístico que ya cumple
cincuenta años, cabe destacar su personalidad en tanto ser humano:
profesionalismo, amor por el trabajo bien hecho, seriedad y carisma
hacen de él uno de los artistas más queridos de todos los chilenos.
Jorge Yáñez, un Gran Hombre, un Gran Artista, un Gran Chileno, pero por sobre todo un gran luchador por su pueblo y su gente”.
He dicho presidente, y le
solicito que recabe la unanimidad de la sala para recibir a Jorge en
este hemiciclo y Ud. le haga entrega de la medalla al mérito.
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